Las técnicas de cultivo afectan a la biodiversidad en los olivares
Un estudio en el sur de España muestra que el uso de cultivos de cobertura en lugar de la labranza en los olivares puede aumentar significativamente la biodiversidad, lo que sugiere que la agricultura orgánica utilizando cultivos de cobertura o abandonando las arboledas por vegetación natural puede ser beneficiosa para el medio ambiente.
La investigación de María Noelia Jiménez y sus colegas del Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y Ecológica muestra cómo la gestión del olivar y la gestión del suelo pueden afectar significativamente a la diversidad vegetal. El estudio, publicado en Agricultura renovable y sistemas alimentarios, se llevó a cabo en el sur de España. Los investigadores encontraron diferencias significativas en el número de especies de plantas, tipos de especies y distribución de especies debido a los diferentes métodos de cultivo.
El cultivo del olivo es una parte importante del patrimonio agrícola y la economía de España, pero las prácticas agrícolas tradicionales pueden tener impactos ambientales adversos. Los olivares cubren una vasta área de Andalucía, a menudo en terrenos en pendiente, donde la erosión del suelo y la pérdida de biodiversidad son preocupaciones apremiantes. Los investigadores examinaron cómo diferentes sistemas de cultivo (convencional, orgánico, abandonado) y técnicas de manejo del suelo (cultivos de cobertura nativos versus labranza) afectaron a las especies de plantas vasculares en 20 sitios diferentes.
Los olivares tradicionales, que usan la labranza o el arado para controlar las malas hierbas, tenían la biodiversidad más baja, con un promedio de solo ocho especies de plantas. Sorprendentemente, los olivares orgánicos que utilizaron labranza tenían una biodiversidad ligeramente mayor, con un promedio de diez especies. Por el contrario, las arboledas orgánicas con cultivos de cobertura como el trébol o la cebada sembrados para suprimir las malas hierbas tenían un promedio de 28 especies, comparables con las arboledas abandonadas que no habían sido gestionadas durante algún tiempo.
Los investigadores sugieren que estos resultados muestran que los cultivos de cobertura, no la labranza, son fundamentales para promover la biodiversidad en los olivares, ya sea que se manejen activamente o se abandonen. Los cultivos de cobertura proporcionan un hábitat más adecuado para una gama más amplia de especies de plantas. Las condiciones ambientales, la pendiente de los olivares, la edad de los olivos y la intensidad del uso del suelo circundante también influyeron en el número y tipo de especies encontradas.
Los investigadores midieron la biodiversidad mapeando cada especie de planta a lo largo de secciones lineales a través de las arboledas, analizando la abundancia, riqueza y diversidad de las especies. Descubrieron que el sistema de cultivo y el manejo del suelo afectaron significativamente no solo el número total de especies, sino también los tipos específicos de especies, su abundancia o rareza y su distribución. Las formas de vida de las plantas también se vieron afectadas, por ejemplo, si eran arbustos, hierbas o plantas de hoja ancha.
Dados los desafíos de la agricultura en laderas empinadas donde se encuentran muchos olivares, los investigadores sugieren que la agricultura orgánica usando cultivos de cobertura o abandonando las arboledas para permitir que la vegetación natural se haga cargo podría ser una buena opción para promover la biodiversidad. Los cultivos de cobertura y la vegetación natural brindan hábitat y alimento para la vida silvestre, previenen la erosión del suelo y sustentan un ecosistema de suelo saludable. En su artículo, Jiménez y sus colegas también sugieren considerar rendirse como estrategia.
Sin embargo, el abandono de los olivares de ladera podría tener una serie de desventajas, como la pérdida de ingresos económicos directos, lo que podría incitar a las personas a abandonar las zonas rurales, la pérdida del patrimonio sociocultural asociado y el aumento del riesgo de incendios (Allen y otros., 2006). Al mismo tiempo, también podría verse como una gran oportunidad para regenerar parches de bosque dentro de paisajes agrícolas, creando así islas de biodiversidad de enorme interés como infraestructura verde y brindando servicios ecosistémicos para cultivos cercanos (por ejemplo, control biológico de plagas). Santuarios de vida silvestre para especies endémicas o locales y corredores ecológicos (Paredes y otros., 2013). De hecho, Guzmán-Álvarez y Navarro (2008) estimaron que el 75% de los olivares marginales de Andalucía podrían ser reforestados únicamente mediante procesos naturales. Nuestros resultados indican que: (i) el abandono de los olivares de ladera sería beneficioso desde un punto de vista biológico y ecológico (al contrario de otros estudios que sugerían lo contrario) y (ii) que en determinados contextos paisajísticos podría ser aconsejable para los agricultores financieramente medios para ofrecer incentivos que los alienten a hacerlo.
Jiménez et al. 2023
Si se van a seguir cultivando las arboledas, haga sugerencias para mejorar la agricultura orgánica. En particular, señalan los daños causados por la labranza de la labranza. Escriben que una solución es suprimir las malas hierbas con cultivos de cobertura:
Actualmente, los gobiernos están priorizando y subsidiando la introducción de la cubierta vegetal, al igual que la conversión a la agricultura orgánica, y esta podría ser una gran oportunidad para monetizar los olivares de ladera. En este caso, la cobertura vegetal de los olivares (y otros cultivos leñosos) en pendientes superiores al 20% o incluso inferiores debería ser obligatoria, independientemente del sistema de cultivo. En árboles y arbustos orgánicos, especialmente en laderas, se debe evitar la labranza (actualmente está permitida por la normativa orgánica europea, aunque se considera que daña el suelo). Con este fin, proponemos que los esquemas de certificación orgánica incluyan criterios adicionales o más específicos para el manejo de suelos y vegetación agrícola, como sugiere De Leijster y otros. (2020). Los precios más altos del aceite de oliva orgánico (y otros productos orgánicos como las almendras), junto con los subsidios de la UE para la agricultura orgánica, también deberían ayudar a que estos olivares de ladera sean más viables económicamente.
Jiménez et al. 2023
Los olivares de la Andalucía moderna son la última generación de una práctica milenaria. Esto significa que la olivicultura no es sólo una actividad económica. También tiene un profundo valor cultural. Finalmente, Jiménez y sus compañeros reconocen que cualquier plan de gestión del olivar debe ir más allá del valor económico de los árboles.
Las alternativas pueden incluir subvenciones públicas para rediseñar los paisajes de olivares viejos, en algunos casos apoyo a la restauración vegetal, o en otros casos medidas agroambientales que combinen un uso agrícola extensivo (agricultura de bajos insumos y sin cultivos, agricultura ecológica y ganadería). agrícola) con objetivos medioambientales (Aumento de la biodiversidad, introducción de elementos de mejora paisajística como setos o zonas boscosas, etc.). Cualquiera de estas alternativas implica un paso previo y final: el reconocimiento de que los paisajes olivareros tienen fines no económicos.
Jiménez et al. 2023
LEER EL ARTÍCULO
Jiménez, MN, Castro-Rodríguez, J. y Navarro, FB (2023) “Efectos del sistema de cultivo y manejo del suelo sobre la diversidad florística en olivares caducifolios”, Agricultura renovable y sistemas alimentarios, 38(e15), pág. e15. Disponible en: https://doi.org/10.1017/s1742170523000091.