¿Cómo salvar una orquídea cuyas hojas se están poniendo amarillas?
Las hojas de las orquídeas (y todo tipo de plantas) pueden volverse amarillas por una variedad de razones.
Estas razones van desde el envejecimiento normal hasta los cambios estacionales, las infecciones bacterianas o virales y las infestaciones de plagas.
Este artículo analiza algunas de las causas del amarillamiento de las hojas (clorosis) en las orquídeas y ofrece buenos consejos y consejos sobre cómo lidiar con el fenómeno.
11 razones y soluciones para la clorosis de las orquídeas
1. No puedes equivocarte con la luz solar directa e indirecta
Las orquídeas de todo tipo necesitan mucha luz para producir clorofila, realizar la fotosíntesis y mantener las hojas verdes.
Recuerde que en la naturaleza, la mayoría de las orquídeas crecen en los árboles. Reciben luz filtrada a través de las hojas del árbol, por lo que no están preparadas para la luz solar directa.
La mayoría de las orquídeas, como Phalaenopsis (orquídeas mariposa), funcionan muy bien en una habitación constantemente cálida y reciben luz solar directa e indirecta.
Si su única opción es una ventana que reciba luz solar directa y brillante, coloque una cortina transparente para brindar algo de protección.
Si no tiene un área que reciba suficiente luz solar natural, agregue una luz de crecimiento para mantener feliz a su orquídea. [source]
2da temporada
A medida que cambian las estaciones, también lo hace la cultura de las plantas.
Las fluctuaciones de temperatura, luz y humedad pueden ser estresantes, y el estrés hace que las hojas se vuelvan amarillas.
Sin embargo, esto no es motivo de alarma. Simplemente corrija el entorno cultural lo mejor que pueda.
Si es necesario, quite las hojas amarillas con una herramienta limpia y muy afilada.
3. Envejecimiento natural
Si su orquídea está sana pero una hoja inferior comienza a amarillear, la hoja se acerca al final de su vida útil.
Simplemente córtelo con una herramienta limpia muy afilada y no se preocupe.
4. Estrés
Los cambios de temperatura, luz y humedad pueden causar estrés que hace que las hojas se vuelvan amarillas. El trasplante excesivo o demasiado infrecuente también puede causar estrés.
En general, no debería necesitar trasplantar una orquídea saludable más de una vez cada pocos años. Sin embargo, como ocurre con la mayoría de las plantas, la primavera es el mejor momento para trasplantar.
5. Desequilibrio cultural
Las orquídeas necesitan la combinación adecuada de agua, luz y temperatura para un rendimiento óptimo. Demasiado o muy poco de estos componentes de la cultura puede causar estrés y hojas amarillentas.
En general, a las orquídeas les gusta el remojo y el riego en seco, la luz solar indirecta brillante y las temperaturas entre 60° y 75° Fahrenheit.
6. Sed
Si no riega su orquídea lo suficiente, se marchitará y sus hojas se volverán amarillas. Incluso puede parecer muerto, pero no pierdas la esperanza.
En cambio, dale un buen riego. Mantenga la planta regada y espere pacientemente. Puede llevar bastante tiempo recuperarse, pero puede retirarse.
7. Anegamiento
Si riegas demasiado tu orquídea, ahogas las raíces. Como resultado, el crecimiento de las hojas se ralentiza y eventualmente se detiene. También puede hacer que las hojas se vuelvan amarillas.
En este caso, debe retirar la orquídea de su medio de cultivo y cortar las raíces blandas.
También se deben eliminar las raíces negras y marrones. Deje raíces verdes sanas en su lugar.
Permita que su orquídea se airee durante unos días, luego trasplante a un sustrato fresco, aireado y bien drenado adecuado para el tipo de orquídea que tiene.
8. Temperatura incorrecta para el tipo de orquídea
Algunas orquídeas se conocen como orquídeas de “temperatura fría”. Estos son :
- odontogloso
- dendrobium
- Cymbidium
Estos prefieren temperaturas en el rango de 60° a 70° Fahrenheit.
Sin embargo, las temperaturas más altas pueden hacer que estas orquídeas experimenten estrés y hojas amarillas.
9. Alimentación inadecuada
La sobrealimentación de su orquídea puede causar raíces quemadas y estrés, lo que resulta en hojas amarillentas.
Aun así, no quieres que tu orquídea se muera de hambre, por lo que debes proporcionarle la cantidad justa de nutrientes.
Asegúrese de comprar un fertilizante formulado para usar con orquídeas.
No debe tener un alto contenido de magnesio y nitrógeno, ya que estos nutrientes evitan que la orquídea absorba el hierro.
Lea atentamente las instrucciones del empaque y luego dele a su orquídea media dosis. Si esta parece ser la cantidad adecuada para su orquídea, continúe con esta dosificación mensual.
Si notas que las hojas desarrollan manchas amarillas en el centro, que luego se extienden, significa que tu orquídea necesita un poco más de fertilizante.
10. Humedad incorrecta
El calor y la humedad excesivos conducen al crecimiento de hongos. Esto hará que las hojas se vuelvan amarillas y se caigan, lo que eventualmente matará a las orquídeas.
En general, la mayoría de las orquídeas requieren un nivel de humedad de 40 a 70 %.
Sin embargo, es aconsejable investigar el tipo de orquídea que necesita para determinar qué nivel de humedad es mejor para ellas.
Puede mantener la humedad correcta y constante utilizando un humidificador con un sensor que enciende y apaga el dispositivo según sea necesario.
Si no tiene esto, puede intentar usar una bandeja de grava debajo de su orquídea para mantener húmedo el aire alrededor de la planta de forma natural.
11. Infecciones
Si las hojas de su orquídea comienzan a amarillear en la punta y el color amarillento luego se extiende por la hoja, sospeche que se trata de una infección bacteriana o fúngica.
Tanto los hongos como las bacterias tienen más probabilidades de prosperar cuando la humedad y la temperatura son demasiado altas.
En este caso, corrige tus circunstancias culturales y trasplanta tu orquídea.
Sigue estos pasos:
- Examine las raíces con cuidado al sacarlas de su medio de cultivo.
- Corta las raíces dañadas o podridas con una herramienta estéril muy afilada.
- Corta las hojas afectadas.
- Enjuague bien la planta.
- También puede rociar las raíces con una mezcla 50/50 de peróxido de hidrógeno y agua.
- Permita que la planta se ventile durante varios días, luego transplántela a un recipiente nuevo o completamente esterilizado con un medio para macetas nuevo y completamente fresco.
Siga los consejos anteriores para cuidar su orquídea mientras se recupera.